Puede que sea tu caso:
Acabas de hacerte unos análisis de sangre y tu médico te ha indicado que tienes
el colesterol en un nivel elevado.
¿Qué podemos hacer?
En primer lugar, debes saber
que el LDL, o el llamado colesterol malo, tiene dos orígenes: una alimentación
inadecuada y nuestro propio organismo, el cual, por factores genéticos, tiende
a acumularlo peligrosamente en nuestros tejidos y plasma sanguíneo.
Para reducirlo, es posible
que tu médico te haya prescrito un determinado tipo de medicación. No obstante,
manteniendo una dieta adecuada y haciendo un poco de ejercicio al día también
podemos conseguir que el colesterol vuelva a su nivel adecuado y saludable.
¿Por qué la avena puede ayudarme a reducir el colesterol?
Como ya sabes, la avena está
considerada como un superalimento, como ese recurso diario que todos deberíamos
tomar para cuidar de nuestra salud. Es buena para nuestro corazón, para regular
nuestro peso, mejorar nuestras digestiones, evitar el estreñimiento… Un tesoro
natural usado desde la antigüedad y que la medicina actual ha ido avalando con
los años.
La Clínica Mayo, por
ejemplo, realizó un interesante estudio donde explicaba precisamente los
grandes beneficios de la avena para reducir el llamado colesterol malo. Te lo
explicamos:
La avena contiene fibra
soluble, la cual es rica en lipoproteína y nos permite reducir la densidad del
LDL (colesterol malo).
Este tipo de fibra es el
mismo que se encuentra en las manzanas, por ejemplo, cuya eficacia para reducir
el colesterol es muy conocida.
Hay un aspecto que debes
tener en cuenta: No todos los alimentos que contengan avena van a ayudarte a
reducir el colesterol. ¿Un ejemplo? Las galletas de avena, las cuales, en lugar
de ayudarte, te pueden perjudicar porque contienen demasiados azúcares y grasas
saturadas. ¡Evítalas! Lo mejor es consumir avena natural.
Modos de consumir avena para
reducir el colesterol
1. Avena con manzana verde y canela
Ingredientes
100 g de avena de cocción rápida.
Una manzana verde.
Un vaso de agua (200 ml).
Un poco de canela en polvo.
Preparación
Empezaremos lavando y
cortando la manzana a trocitos pequeños. No hace falta que la peles, puesto que
es precisamente en la piel donde están muchos de sus beneficios para ayudarnos
a reducir el colesterol.
Ahora ponemos a hervir el
vaso de agua junto con la avena, para que se produzca la cocción. Muy fácil.
Al cabo de 10 minutos, añade
los trocitos de manzana, permitiendo que se cocine a lo largo de 20 minutos.
Cuando veas que la manzana ya está blandita, apaga el fuego.
¿Siguiente paso? Pasa todo
el contenido por la batidora para obtener un licuado homogéneo. A la hora de
beberlo, espolvorea con un poquito de canela por encima. Ideal para tus
desayunos.
2. Avena con pera
Ingredientes
Una pera.
100 g de avena de cocción rápida.
Un vaso de agua.
20 g de miel.
Preparación
Ideal también para tus desayunos o, si lo deseas, para
tus cenas. Para prepararlo, debes empezar calentando ese vaso de agua en tu
cazuela, para después añadir la avena para su cocción. Una vez haya adquirido
una consistencia espesa y adecuada, añade esa cucharada de miel para aportarle
más sabor.
Seguidamente, limpia la pera y córtala a trocitos
pequeños (no le quites la piel). La pera es ideal también para combatir el
colesterol y así, combinada con la avena, potenciamos aún más sus beneficios.
Pon la avena en tu bol favorito y después, añade los trocitos de pera. Está
delicioso y obtendrás un desayuno tan nutritivo como saludable. ¡Anímate a
probarlo!
3. Avena con ciruelas
Ingredientes
100 g de avena de cocción rápida.
2 ciruelas.
3 nueces.
Un vaso de agua.
Preparación
Debes tener en cuenta que
las tres mejores frutas para combatir el colesterol son las manzanas, las peras
y las ciruelas. No obstante, tras ellas, también te serán de gran ayuda las
fresas o arándanos, el kiwi y las uvas, de ahí que puedas hacer las
combinaciones que desees a la hora de preparar tu avena matinal para reducir el
colesterol.
En este caso, lo primero que
haremos es cocinar la avena como de costumbre. Ponemos a hervir el agua y
añadimos la avena para que se vaya cocinando. Mientras, puedes ir preparando
las ciruelas, pelándolas y quitándoles el hueso central. Trocea también las
nueces y resérvalas para después.
Una vez tengas lista la
avena, llévala a tu bol favorito y ve añadiendo las ciruelas y las nueces. Este
desayuno es un auténtico remedio para ir combatiendo el colesterol elevado.
Además, cuidas de tu línea y obtienes una nutrición adecuada para empezar el
día.
Además del recurso de la
avena, no olvides cuidar tu alimentación y hacer un poco de ejercicio a diario.
Como te venimos recomendando en nuestro espacio, basta con salir a andar media
hora al día. Si vas en compañía de una amiga o de tu pareja, se hará mucho más
agradable. ¡Empieza hoy mismo a cuidarte un poco más!
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