jueves, 9 de abril de 2015

QUE ES, CAUSAS Y ALGUNOS REMEDIOS CACEROS CONTRA LA NEUMONIA



QUE ES, CAUSAS Y ALGUNOS REMEDIOS CACEROS CONTRA LA NEUMONIA

¿Has sufrido en alguna ocasión una neumonía? Si es así, ya conoces la gravedad de esta situación. Y sobre todo, la importancia de estar prevenidos sabiendo reconocer los síntomas que la acompañan. Debemos tener especial cuidado con niños y ancianos, ahí donde la incidencia puede ser más peligrosa.

Como te hemos dicho en numerosas ocasiones, será siempre tu médico quien te marque el tratamiento que debes seguir. Ahora bien, nosotros, por nuestra parte, te aportamos sencillos consejos naturales que te serán de gran ayuda. Tu salud lo merece.

¿Qué causa una neumonía?

La neumonía es una enfermedad muy frecuente. Seguro que conoces a una o varias personas que la han sufrido en alguna ocasión. De hecho, es bastante habitual entre la población más anciana. Son ellos precisamente quienes presentan más riesgo, dado su debilidad y por el hecho de tener un sistema inmunológico a veces más vulnerable; vale la pena tenerlo en cuenta.

La neumonía es una infección del pulmón originada por la presencia de diversos microorganismos que atacan a los alvéolos. Los enferman y los inflaman. Virus, bacterias, hongos… aunque la bacteria más frecuente en toda neumonía es, sin duda, el neumococos. Te pondremos un sencillo ejemplo para entenderlo mejor:

Nuestras vías respiratorias tienen mecanismos de defensa naturales que evitan cada día que las bacterias lleguen al pulmón. Lo primero que hacemos para “repelerlas” es toser. Luego, disponemos de numerosas células que nos ofrecen inmunidad, que nos protegen frente a esos pequeños enemigos del exterior.

¿Pero qué es lo que sucede cuando sufrimos una neumonía? Que, normalmente, nuestro sistema inmunitario está algo débil. Es entonces cuando estas bacterias llegan a los alvéolos y, como resultado, nos enferman.
Otro origen que hay que tener en cuenta es por ejemplo si eres fumador/a. También si tienes diabetes, problemas de riñón o de hígado. En estos casos, nuestro sistema inmunitario también se puede debilitar y seremos más vulnerables a este tipo de bacterias.

¿Qué síntomas suele presentar una neumonía?

En primer lugar hemos de decir que la gran mayoría de los síntomas que presenta la neumonía son variables. De ahí que debamos hacer dos distinciones básicas que hay que conocer:

Neumonía típica: En este caso los síntomas pueden aparecer de pronto o en un intervalo de entre 2 o 3 días. ¿Y qué es lo que sentimos? Mucho cansancio, dolor en el pecho, como una presión con la que nos es complicado incluso respirar con normalidad. Tenemos una tos fuerte donde cabe la posibilidad de expulsar cierta mucosidad. Siempre aparecen unas décimas de fiebre y escalofríos.

Neumonía atípica: En este caso los síntomas suelen ser más complejos, por lo que es frecuente confundirla con otras enfermedades. Sentimos dolor de cabeza, dolor de las articulaciones, fiebre, malestar muscular, tos muy seca y sin expectoración (a diferencia del caso anterior). También hay cansancio, pero cabe señalar que el dolor torácico es mucho más débil que en la neumonía típica.

Como ves, los síntomas son muy característicos. Los consideraremos siempre de gravedad en el momento en que veamos que las pulsaciones son muy rápidas, que sentimos ahogos e incluso pérdida de conocimiento. La fiebre alta también es peligrosa así que, ante cualquier duda, cualquier preocupación, no dudes en acudir al médico. Y una vez más, recuerda: cuidado con los niños y con los ancianos.



¿Qué tratamiento natural podemos seguir en casa?

Como ya te hemos señalado al inicio de este artículo, serán siempre nuestros médicos quienes nos den las pautas que debamos seguir. Hay veces que es suficiente con una determinada medicación; en casos más graves, se requerirá de una hospitalización. Pero no te preocupes, generalmente se resuelven bien, a no ser que el enfermo sea una persona de edad muy avanzada.

Mientras, en casa, podemos ir siguiendo estas sencillas pautas:

1. Baños de oxígeno
¿Para qué sirven? Básicamente para despejar, para desinflamar. El vapor caliente de un baño nos permitirá ir eliminando la resistencia de la mucosidad en los alvéolos y abrir además las vías respiratorias, lo que nos permitirá encontrar alivio.

Para ello, deberás llenar la bañera de agua bien caliente. Añade una taza (200 gramos) de sal gorda, más dos vasos de agua oxigenada (unos 400 ml). Relájate en el agua y respira con normalidad envolviéndote con este vapor. Disfruta de este baño de oxígeno al menos durante 20 minutos. Hazlo todos los días.

2. Infusión de jengibre
Estamos seguros de que tienes raíz de jengibre en casa. Ya conoces sus propiedades, ya sabes lo medicinal que resulta esta planta natural capaz de desinflamar, de curar. Puede actuar como un antibiótico y un calmante sin ningún efecto secundario. Así que no lo dudes, prepárate al menos dos infusiones al día.

3. Remedio de ajo y cebolla


Puede tener mal sabor, es posible que te deje un aliento no muy agradable. Pero te aseguramos que combinar la cebolla con el ajo se alza como un remedio muy efectivo para tratar la neumonía. Desinflama y cura. Antibióticos naturales al alcance de cualquiera. ¿Y cómo lo preparamos? Muy fácil. Pica dos ajos y unos 50 gramos de cebolla. Pícalo todo muy finito y añádelo a un vaso de agua natural. Incluye también una cucharada de miel. Mézclalo todo bien y bébelo por las mañanas. ¡Verás qué bien te va!

5. Jugo de zanahoria



Antes de tu cena, sería ideal que te prepararas este sencillo jugo de zanahoria. ¿Y por qué zanahoria? Porque este vegetal te permitirá fortalecer tus pulmones. Te ofrecerá además ricos antioxidantes para reparar el tejido dañado. Además son muy ricas en vitamina A,  en calcio, hierro, magnesio, potasio, fósforo y  vitaminas del complejo B. Haz un licuado con dos zanahorias y añade un vaso de agua. ¡Muy fácil!

No hay comentarios:

Publicar un comentario