El cáncer de cuello uterino se origina en las células que revisten el
cuello del útero. El cuello del útero es la parte inferior del útero (la
matriz). Algunas veces se le llama cérvix uterino. El cuerpo del útero (parte
superior) es el lugar donde se desarrolla un el feto. El cuello uterino conecta
el cuerpo del útero con la vagina (el canal por donde nace el bebé). La parte
del cuello uterino más cercana al cuerpo del útero se llama endocérvix. La
parte próxima a la vagina, es el exocérvix (o ectocérvix). Los dos tipos
principales de células que cubren el cuello del útero son las células escamosas
(en el exocérvix) y las células glandulares (en el endocérvix). El punto en el
que estos tipos de células se encuentran se llama zona de transformación. La
ubicación exacta de la zona de transformación cambia a medida que envejece y al
dar a luz. La mayoría de los cánceres de cuello uterino se origina en las
células de la zona de transformación.
¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de cuello uterino?
Un factor de riesgo es aquel que aumenta las probabilidades de que
padezca una enfermedad como el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen
diferentes factores de riesgo. Por ejemplo, la exposición de la piel a la luz
solar intensa es un factor de riesgo para el cáncer de piel. El hábito de fumar
es un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer. Pero tener uno o incluso
varios factores de riesgo no significa que usted padecerá la enfermedad.
Infección por el virus del papiloma humano
El factor de riesgo más importante para el cáncer de cuello uterino es
la infección con el virus del papiloma humano (VPH o HPV, por sus siglas en
inglés). El VPH es un grupo de más de 150 virus relacionados, algunos de los
cuales causan un tipo de crecimiento llamado papilomas, lo que se conoce más
comúnmente como verrugas.
El VPH puede infectar a las células de la superficie de la piel, y
aquellas que revisten los genitales, el ano, la boca y la garganta, pero no
puede infectar la sangre o los órganos internos como el corazón o los pulmones.
El VPH se puede transmitir de una persona a otra durante el contacto con
la piel. Una forma en la que el VPH se transmite es mediante el sexo,
incluyendo el sexo vaginal, anal y hasta oral.
Signos y síntomas del cáncer de cuello uterino
Las mujeres con cánceres de
cuello uterino en etapa temprana y pre cánceres usualmente no presentan
síntomas. Los síntomas a menudo no comienzan hasta que un precáncer se torna en
un cáncer invasivo verdadero y crece hacia el tejido adyacente. Cuando esto
ocurre, los síntomas más comunes son:
·
Sangrado vaginal anormal, tal como sangrado
después de sostener relaciones sexuales (coito vaginal), sangrado después de la
menopausia, sangrado y manchado entre periodos y periodos menstruales que duran
más tiempo o con sangrado más profuso de lo usual. El sangrado después de una
ducha vaginal o después del examen pélvico es un síntoma común del cáncer de
cuello uterino, pero no de precáncer.
·
Una secreción vaginal inusual (la secreción
puede contener algo de sangre y se puede presentar entre sus periodos o después
de la menopausia).
·
Dolor durante las relaciones sexuales (coito
vaginal).
Estas señales y síntomas
también pueden ser causados por otras condiciones que no son cáncer de cuello uterino.
Por ejemplo, una infección puede causar dolor o sangrado. Aun así, si usted
presenta cualquiera de estos problemas, debe consultar inmediatamente a su
médico (aunque se haya estado haciendo regularmente las pruebas de
Papanicolaou). Si es una infección, necesitará tratamiento. De ser cáncer,
ignorar los síntomas puede permitir que el cáncer progrese a una etapa más
avanzada y que se reduzcan sus probabilidades de un tratamiento eficaz.
Lo mejor es que no espere a
que aparezcan los síntomas. Hágase regularmente las pruebas.
¿Se puede prevenir el cáncer de cuello uterino?
Debido a que la forma más
común de cáncer de cuello uterino comienza con cambios precancerosos, hay dos
formas de detener el origen de esta enfermedad. Una manera consiste en encontrar
y tratar los precánceres antes de que se tornen en verdaderos cánceres, y la
otra manera es prevenir los precánceres en primer lugar.
Detección de precánceres de cuello uterino
Una manera bien comprobada
para prevenir el cáncer de cuello uterino consiste en hacerse pruebas de
detección para encontrar precánceres antes de que se tornen en cánceres
invasivos. La prueba de Papanicolaou y la prueba del VPH (virus de papiloma
humano) son las pruebas usadas para esto. Si se encuentra un precáncer, se
puede tratar al detener el cáncer de cuello uterino antes de que realmente
comience. Debido a que la vacuna del VPH no provee protección total contra
todos los tipos de VPH que pueden causar cáncer de cuello uterino, no puede
prevenir todos los casos de cáncer cervical.
Qué hacer para prevenir los precánceres y los cánceres
Evite
el contacto con el virus del papiloma humano (VPH)
Debido a que el VPH es la
principal causa del cáncer y precáncer de cuello uterino, evitar la exposición
al VPH podría ayudar a prevenir esta enfermedad. El VPH se transmite de una
persona a otra durante el contacto de piel a piel con una zona infectada del
cuerpo. Aunque el VPH se puede propagar durante la relación sexual, que incluye
el contacto vaginal, el anal y el sexo oral, no tiene que ocurrir el acto
sexual para que la infección se propague. Lo único que se necesita es el
contacto de piel a piel con una zona del cuerpo contagiada con VPH. Esto
significa que el virus se puede transmitir a través del contacto de genital a
genital (sin coito). Incluso es posible que una infección genital se transmita
al tocar los genitales con las manos.
No
fume
No fumar es otra forma
importante de reducir el riesgo de precáncer y cáncer de cuello uterino.
Vacúnese
Hay vacunas disponibles para
protegerse contra las infección con el VPH. Todas estas vacunas ofrecen
protección contra la infección de los subtipos 16 y 18 del VPH. Algunas también
pueden ofrecer protección contra la infección de otros subtipos del VPH,
incluyendo algunos tipos causantes de verrugas anales y genitales.
Estas vacunas funcionan
solamente para prevenir la infección con el VPH (no son un tratamiento de una
infección ya existente). Por esta razón, para una óptima eficacia, la vacuna
contra el VPH se debe aplicar antes de que una persona se exponga al VPH (por
ejemplo, antes de que la persona sea sexualmente activa).
Estas vacunas pueden ayudar
a prevenir los casos de precáncer y cáncer del cuello uterino. Algunas de las
vacunas del VPH también han sido aprobadas para prevenir otros tipos de cáncer,
así como de las verrugas anales y genitales.
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