jueves, 9 de abril de 2015

LO QUE DEBES SABER PARA TENER TUS RIÑONES SANOS..



LO QUE DEBES SABER PARA TENER TUS RIÑONES SANOS..

Los riñones cumplen funciones muy importantes en nuestro cuerpo: eliminan residuos tóxicos de la sangre y producen hormonas que ayudan a controlar la presión arterial, a generar glóbulos rojos y a mantener la buena salud de los huesos.

SÍNTOMAS DE UN RIÑÓN ENFERMO

Cambios de micción: cuando los riñones fallan, la orina cambia. Tal vez tengas que levantarte durante la noche para ir al baño, el líquido sea espumoso o con burbujas, tienes que orinar más veces o en mayores cantidades y la orina es pálida o todo lo contrario, pasan muchas horas y es oscura, contiene sangre, piensas que no puedes aguantar o tienes dificultades, estrechez en la parte inferior de la pelvis o mucha presión.

Hinchazón: cuando los riñones son insuficientes no pueden deshacerse de los fluidos adicionales, por lo que se acumulan en el cuerpo ocasionando inflamación en las piernas, los tobillos, las manos y el rostro.

Fatiga: Los riñones al estar sanos producen una hormona que se llama eritropoyetina. Es la responsable de que el organismo cree glóbulos rojos, los encargados de transportar el oxígeno hacia la sangre. A medida que los órganos renales van fallando, también disminuye la producción de esta hormona. Entonces, los músculos y la mente se cansa más rápido que lo habitual. Los pacientes no tienen energía ni ganas de hacer nada, duermen mucho, están agotados, debilitados, exhaustos sin demasiado esfuerzo. Se conoce este cuadro como anemia y también se puede deber a una falta de hierro en la alimentación.

Erupción cutánea o picor: los desechos de la sangre son eliminados a través de los riñones. Cuando éstos no funcionan correctamente, se van acumulando en el torrente sanguíneo y pueden ocasionar picores fuertes, que van más allá de la piel, se sienten en los músculos o los huesos.

Sabor metálico en la boca o aliento a amoníaco: cuando se acumulan los desechos en la sangre (es decir, uremia), el sabor de los alimentos puede cambiar y provocar halitosis. También algunos pacientes se dan cuenta de que ya no les gusta el sabor de la carne o que pierden peso porque no tienen deseos de comer. El gusto en la boca en cualquier momento del día es asqueroso y no se va por cepillarse los dientes, hacer buches, comer chicle, etc.

Náuseas y vómitos: nuevamente por causa de la uremia. También puede ocasionar pérdida de apetito, adelgazar varios kilos, el estómago que no puede retener alimentos ni siquiera líquidos o medicamentos. Todo es rechazado.

Falta de aliento: es decir, dificultad para respirar. Esto puede estar relacionado a una falla en los pulmones de dos formas diferentes. En primer lugar, porque el fluido extra que ellos no pueden eliminar se está acumulando en los pulmones y en segundo porque la anemia (falta de glóbulos rojos que transportan oxígeno a la sangre) dejan al organismo debilitado y con falta de aliento. Puede experimentarse sin necesidad de hacer ejercicio o un esfuerzo, sólo estando sentado o acostado, sin hacer nada más.

Sentir mucho frío en cualquier época del año: la anemia puede hacer que una persona sufra del frío aún cuando el ambiente está calefaccionado, se encuentre bien abrigado o haya varias frazadas en su cama. Tampoco cesa por beber un té o un café bien caliente ni dándose un baño con agua casi hirviendo. Puede ocurrir que en verano con altas temperaturas la persona también sienta mucho frío en su casa o en la calle o el trabajo. Escalofríos, entumecimientos de los miembros, sudor frío son otros síntomas relacionados.

Mareos y problemas para concentrarse: la anemia causada por la insuficiencia renal quiere decir que la mente no está recibiendo la cantidad de oxígeno que necesita. Esto puede traer como consecuencia inconvenientes para recordar algo o memorizar, mareos, poca concentración en cualquier tarea que se está haciendo, dispersión, poca atención cuando se le habla, etc. No poder recordar lo que se hizo la semana anterior, el nombre de un familiar, sentirse mareado todo el tiempo, etc.

Dolor en la espalda: algunas personas que padecen problemas renales y no lo saben lo pueden atribuir a un gran esfuerzo, una mala postura en el trabajo o hasta dormir mal a la noche. Sin embargo, cuando este dolor se mantienen quiere decir otra cosa. La molestia, punción o hasta calambres se localizan en la parte baja de la espalda o en el costado del cuerpo. A veces el dolor llega hasta una de las piernas o ambas. Si el paciente padece una poliquistosis renal (es decir, una acumulación de quistes en los riñones o el hígado) también puede sufrir grandes dolores en la zona.

Para cuidar tus riñones y evitar la enfermedad renal crónica, es importante llevar una dieta equilibrada, controlar la diabetes y la hipertensión y realizarse controles periódicos. Continúa leyendo para saber qué es la enfermedad renal crónica, cuáles son los factores de riesgo y qué puedes hacer para mantener tus riñones sanos.

1. Qué es la enfermedad renal crónica (ERC).

Cuando una persona sufre enfermedad renal crónica, sus riñones van perdiendo gradualmente su funcionalidad, en un proceso que generalmente es irreversible. Sin embargo, si es detectada precozmente, muchas veces es posible detener o enlentecer el progreso de la enfermedad.
  


2. Principales factores de riesgo.

Los principales factores de riesgo para la ERC son los siguientes:
Diabetes. Es la principal causa de ERC. En las personas diabéticas que no se controlan adecuadamente, los pequeños vasos sanguíneos del riñón se deterioran, reduciendo la funcionalidad del mismo. Si el nivel de azúcar en sangre está bien controlado, los riñones no se enfermarán.

Hipertensión arterial. Es la segunda causa de ERC. Mantener la presión arterial dentro de límites normales ayudará a mantener tus riñones sanos.
Enfermedades cardiovasculares. Pueden afectar la funcionalidad del riñón.

Antecedentes familiares. Algunas personas tienen predisposición genética para desarrollar ERC. Si tienes parientes cercanos con esta enfermedad, debes estar atento y controlarte periódicamente.

Sedentarismo, Tabaquismo y Obesidad. Un estilo de vida poco saludable puede afectar la función renal.

3. En etapas tempranas, la ERC no produce síntomas.

Cuando la enfermedad está comenzando y el daño renal es mínimo, el paciente no presenta síntomas. Por eso es tan importante conocer los factores de riesgo y realizarse controles frecuentes. La funcionalidad renal que se ha perdido ya no se puede recuperar. Sin embargo, si se detecta precozmente, es posible detener el avance de la enfermedad. De lo contrario, la ERC avanza y el paciente puede necesitar diálisis y trasplante renal.

4. Cómo detectar precozmente la ERC.

Con un sencillo examen de sangre (nivel de creatinina) y de orina (examen de proteínas en orina) es posible detectar tempranamente la ERC. Consulta a tu médico para que te indique estos exámenes. Se deben realizar con cierta frecuencia, la cual dependerá de los factores de riesgo que tengas.

5. Alimentación para tener riñones sanos.

Seguir estas pautas de alimentación ayudará a que tus riñones permanezcan sanos por más tiempo, especialmente si ya tienes algún grado de ERC.

No agregues sal a tus comidas. El sodio aumenta la presión arterial y eso no es bueno para tus riñones. Cocina sin sal y evita los alimentos ricos en sodio (embutidos, comidas enlatadas, sopas instantáneas, etc.)

Evita los aceites y las grasas. En lugar de freír los alimentos, elige otras formas de cocción: Hervido, a la plancha, al horno, etc.

Proteínas, con moderación. El médico o el nutricionista te recomendarán el consumo de una cierta cantidad de proteínas diariamente, y no debes superar ese límite, para que la ERC no avance.

Beber agua. Tomar dos litros de agua diariamente ayudará a mantener tus riñones sanos, especialmente si tienes litiasis (cálculos renales) o infecciones urinarias recurrentes.


En resumen, si tienes factores de riesgo para la Enfermedad Renal Crónica (ERC), consulta a tu médico y sigue sus indicaciones al pie de la letra, así podrás mantener tus riñones sanos por más tiempo.

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