Los
refrescos de cola contienen sustancias que los hacen adictivos, por eso siempre
queremos tomar más
Los
refrescos (llamados gaseosas en algunos países) son bebidas muy populares en
todo el mundo. En ciertos sitios, como Estados Unidos… ¡Hasta cuestan menos que
el agua! Lo que la mayoría de los consumidores no sabe es que contienen. En
este artículo podrás enterarte de los componentes de las bebidas que acompañan
tus combos y tus comidas. ¡Puede que no las quieras beber más!
¿Cómo se elaboran los refrescos?
Como primera
medida, estas bebidas se preparan mediante diferentes procesos químicos. Nada
es natural de todo lo que usan. Contienen azúcar refinada, saborizantes,
colorantes artificiales (estas tres cosas suman el 90% de la botella), además
de caramelo, cafeína, aditivos y conservantes que derivan del alquitrán (sí,
como estás leyendo).
La
composición de los refrescos de cola, por ejemplo, está hecha a base de ácidos,
mayormente carbónico y eritórbico. Los nombres suenan tan horribles como lo que
son en realidad. ¡Y eso es lo que están añadiendo a tu cuerpo y al de tu familia!
Algunos de
los usos “no difundidos” de la bebida de cola más importante del mundo dan
cuenta de que es realmente dañina para nuestra salud. Estos son:
Limpiar el baño
Sirve para
quitar el sarro y la suciedad pegada en las paredes del inodoro. Solo tienes
que echar un poco de esta bebida y dejar que haga efecto unos segundos. Pasa un
cepillo… ¡Y quedará reluciente!
Quitar la corrosión
Los
mecánicos de coches utilizan esta bebida para que las terminales de batería
funcionen. Echan un vaso y dejan que actúe 30 minutos.
Eliminar el óxido
Los ácidos
que contienen las bebidas de cola son disolventes de primera calidad. Prueba a
usarla en cualquier elemento oxidado, como una bicicleta o un tornillo.
Limpiar las manchas de aceite
Otro de los
usos que le dan los mecánicos a los refrescos. Cuando sus ropas están demasiado
percudidas de aceite de coche, las colocan en un recipiente con unos litros de
refrescante bebida. Dejan pasar tres horas y enjuagan con agua… ¡Como nuevas!
Lavar vidrios
Ya sea del
coche como de casa. Echa un poco en un paño y esparce por todas las ventanas.
Luego pasar un trapo húmedo y listo.
¿Qué más tienen los refrescos?
Si, aún hay
más sorpresas y secretos que vale la pena revelar. ¿Estás listo? ¡Te
asombrarás! El ácido fosfórico, por ejemplo. Se trata de un gran corrosivo que
ataca a los dientes, en primer lugar, y después, cuando pasa al cuerpo, “hace
de las suyas” con el estómago y el hígado. Es el causante de muchos de los
problemas o enfermedades digestivas, hepáticas e intestinales. Un enemigo
silencioso al que no todos prestan atención pero que es muy peligroso.
Varios
estudios han revelado que este ácido es cancerígeno y que deriva del petróleo.
Si a eso le sumamos que está combinado con una gran cantidad de azúcares y
cafeína, provoca:
·
Adicción: Siempre queremos consumir más y
más.
·
Alteraciones en el sistema nervioso: Las
personas que beben refrescos están más excitadas que lo normal.
·
Desequilibrios en el sistema hormonal: Como,
por ejemplo, al atacar el sistema endocrino.
·
Perjuicios en los dientes: Los mancha, pudre
y provoca caries.
·
Desgaste de los huesos: Debido a que “roba”
el calcio del cuerpo.
·
Aumento de peso: La gran cantidad de azúcares
que contienen (aún las versiones light o bajas en calorías) hacen engordar más
que cualquier comida.
·
Reducción del sistema de defensas: Es más
probable contraer enfermedades del tipo viral o bacterial, ya que el sistema
inmune se debilita.
·
Incremento de las alergias.
·
Reducción de los niveles de minerales en el
cuerpo.
·
Fermentación del bolo alimenticio: Al beber
los refrescos con las comidas, interactúa negativamente en el proceso
digestivo.
·
Producción exagerada de ácido acético y
alcohol: Esto provoca que el hígado tenga que trabajar como si hubiéramos
consumido bebidas alcohólicas y, por supuesto, lo daña enormemente.
·
Destrucción y envejecimiento de las células.
¿Por qué bebemos refrescos si son tan malos para nuestra salud?
·
En primer lugar, porque no nos informamos al
respecto. Lo mismo ocurre con la comida que consumimos a diario, ya sea en un
local de comida como cuando pedimos comida a domicilio o compramos
semipreparados. Si la gente supiera lo negativo de estas bebidas, las dejaría
de adquirir de inmediato y, quizás, hasta se detendría la producción. Al menos,
podemos empezar nosotros mismos a no consumirla ni ofrecérsela a las personas
que más queremos.
·
En segundo término, porque al ser tan
adictivo, el refresco se compra en los hogares como si fuera agua o algo rico
para compartir. Los niños son los primeros en pedir a los padres que les
compren una botella en el mercado o cuando van a comer fuera.
·
En tercer lugar, porque la publicidad que
vemos en los medios de comunicación nos hace creer que beber cierto refresco
nos hace “estar a la moda”, “disfrutar de una tarde con amigos” o “ser feliz
con nuestra familia”. Y esto no es verdad. Existe un gran negocio detrás de la
producción y comercialización de estas bebidas. Las empresas se enriquecen
deteriorando la salud de sus clientes (como ocurre, por ejemplo, con la industria
tabacalera, una de las más importantes del mundo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario