El hallux valgus, conocido
popularmente como juanetes, consiste en la desviación medial (hacia el centro
del eje corporal) de la cabeza del primer metatarsiano y la aproximación del
dedo gordo del pie hacia el resto de los dedos, que puede ocasionar incluso la
superposición de los dos primeros dedos.
Esta afección se produce en
la primera articulación metatarso-falángica o medial, que corresponde a la
unión del primer metatarso, el hueso que forma parte del empeine, con el primer
hueso del dedo gordo del pie. Esta articulación difiere de las demás en que
está provista de dos huesecillos más pequeños, en forma de guisante, llamados
sesamoideos.
El antepié es la parte del
organismo que soporta una mayor fuerza mecánica. No solo soporta la fuerza
mecánica del peso, sino también la dinámica del movimiento cuando impulsa a la
persona hacia delante y recibe el impacto de cada apoyo. Tanto las fuerzas de
roce como las de compresión son absorbidas por la planta del pie y trasmitidas
al esqueleto. Por ello, en el antepié existen unos cuerpos grasos que se
encargar de dispersar las presiones y proteger a los vasos y nervios de la
zona.
Causas de los juanetes
Los juanetes son más
frecuentes entre las mujeres y, en algunos casos, son hereditarios. Existen
tres tipos distintos de hallux valgus: congénito, adquirido y patológico,
entendiendo este último como la deformidad metatarso-falángica asociada a
enfermedades como la artritis reumatoide o la gota. La adquirida es la más
habitual.
Hallux valgus congénito: Los
casos rarísimos de esta enfermedad son realmente anomalías congénitas de la
articulación interfalángica del primer dedo.
Hallux valgus adquirido: En
su aparición intervienen factores generales, extrínsecos e intrínsecos.
Factores generales
Herencia: la anomalía parece ser transmitida de
una generación a otra; de hecho, existe una entidad que se conoce como hallux
valgus familiar congénito.
Edad: Los juanetes pueden presentarse en edades
tempranas sin causar molestias, en jóvenes de 14 a 16 años (hallux valgus
juvenil). En el caso de los adultos, los juanetes son sintomáticos a partir de
los 40 años (hallux valgus del adulto).
Sexo: El hallux valgus es una enfermedad del
antepié eminentemente femenina. Este predominio femenino está relacionado con
el uso de zapatos puntiagudos, apretados y de tacón alto.
Pie plano: Posición
avanzada del primer dedo y de su metatarsiano. Un dedo gordo excesivamente
largo es la causa más frecuente de juanetes. La mayor parte de los juanetes
están relacionados con pies de tipo egipcio, y son rarísimos en pies de tipo
griego. El primer dedo largo dentro de un zapato queda comprimido, desviándose,
lo cual crea un círculo vicioso que conduce al inicio y posterior desarrollo
del hallux valgus.
Desequilibrio muscular: es
un origen claro en los casos de hallux valgus en paralíticos, pero en el hallux
valgus común el desequilibrio muscular se considera más una consecuencia que la
causa de la enfermedad. Una vez que se ha establecido, los músculos
contracturados y los tendones desplazados pueden agravar la mala posición del
primer dedo.
Síntomas de juanetes
El paciente que presenta un
juanete consulta habitualmente por dolor, dificultades para calzarse, o
problemas estéticos. El hallux valgus juvenil habitualmente no es doloroso,
pero sí ofrece inconvenientes para la adaptación del calzado, mientras que el
hallux valgus del adulto presenta los tres problemas.
El dolor y la inflamación,
que empeoran con el movimiento, son dos síntomas de los juanetes que se
localizan bien en la zona en que se une el dedo con el resto del pie, o
directamente sobre el juanete. Otras veces se presenta en la cara plantar (por
debajo) de la articulación, en la cara plantar del antepié, o en todo el pie.
El dolor en la parte interna suele deberse a callosidades dolorosas situadas
sobre el juanete y, sobre todo, a la inflamación de la bolsa serosa. El dolor
plantar está relacionado muchas veces con problemas articulares, como la
artrosis.
Cuando se utilizan zapatos
de tacón alto que fuerzan el dedo en una posición crónicamente extendida, o
cuando un hallux valgus empuja al segundo dedo o le desvía en martillo, las
fuerzas extensoras mantenidas durante largo tiempo acaban estirando y
adelgazando la cápsula de la articulación del segundo dedo, que también termina
viéndose afectado.
Tratamiento de los juanetes
El tratamiento de un juanete
puede ser de dos tipos: conservador o quirúrgico.
El tratamiento conservador
es la primera opción terapéutica. Se suelen administrar analgésicos y
antiinflamatorios para reducir los síntomas. El dolor y la inflamación se
pueden eliminar evitando el roce del zapato con el propio juanete, modificando
o cambiando el calzado, de forma que tenga la parte anterior más ancha, se
adapte al pie y lo sujete bien. Un paciente con pie plano asociado se tratará
con una plantilla.
El acortamiento del tendón
de Aquiles puede tratarse mediante ejercicios de estiramiento e, incluso, con
un alargamiento quirúrgico del tendón. Es muy frecuente el uso de ortesis
(dispositivos que se introducen en el calzado para corregir una forma de
caminar anómala), que tratan de evitar la deformación articular.
Además de las medidas
conservadoras, algunos pacientes precisan de una operación. Según la intensidad
de la deformidad, los diferentes elementos patológicos y las anomalías
anatómicas, hay varias técnicas quirúrgicas. La elección de una u otra depende
en general de la gravedad del hallux valgus y del ángulo intermetatarsiano. La técnica
escogida debe corregir todos los factores causantes del problema para que tenga
éxito.
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