viernes, 13 de marzo de 2015

IMPLANTES DE SENOS: VENTAJAS Y RIESGOS



La mamoplastia o aumento de pecho es una de las operaciones más solicitadas actualmente. Se trata de una intervención estética que puede realizarse con distintas técnicas, y cuyo fin es el aumento de pecho y mejorar la autoestima de la paciente. Esto nos aporta unas importantes ventajas, aunque también algunos riesgos que debemos tener en cuenta.



Beneficios de la operación de implante de senos
El principal beneficio de esta operación de implante de senos es que con ella las mujeres que no estén conformes con el tamaño de sus pecho pueden aumentarlo y sentirse mejor con su aspecto. De esa forma incrementan su autoconfianza y mejoran su calidad de vida. Éste es realmente el objetivo primordial de esta intervención quirúrgica.

Otra de sus grandes ventajas es que los avances médicos actuales permiten realizar esta intervención sin dejar apenas cicatriz. Antiguamente los aumentos de pecho conllevaban marcas muy visibles, pero ahora existen distintas técnicas que localizan esta cicatriz en zonas muy discretas, como el pliegue de debajo de la mama. Además, esta cicatriz es casi invisible.

Por otra parte, esta operación de aumento de pecho es una operación simple que no suele dar grandes problemas. En la actualidad los implantes de senos se insertan de manera segura y sencilla, aunque el proceso requiere anestesia general y algunos días de ingreso hospitalario.

También debemos saber que, al contrario de lo que se creía antiguamente, los implantes de senos no aumentan el riesgo de padecer cáncer, y nos permite dar el pecho con total normalidad, ya que la intervención no afecta en absoluto a las glándulas mamarias. Otro falso mito es que, a raíz de esta cirugía, se pierde la sensibilidad en la zona.


Riesgos de la operación de aumento de pecho
En cuanto a sus riesgos de la operación de aumento de pecho, podemos encontrar los problemas propios de cualquier operación, como infecciones o hematomas, aunque son poco frecuentes. El mayor riesgo al que nos podemos enfrentar es que nuestro cuerpo rechace los implantes, por lo que sería necesario retirarlos inmediatamente.

Independientemente de esto, hay situaciones en las que los implantes pueden sufrir daños, romperse o moverse de sitio. Por ejemplo, un golpe fuerte causado por un accidente de tráfico provoca esta clase de problemas.

Por otro lado, se dice que es necesario cambiar los implantes cada 12 o 15 años, pero realmente no tiene por qué ser así. Lo cierto es que el fabricante nos ofrece una garantía de un tiempo determinado, pero esto no quiere decir que haya que sustituirlos en este momento. Lo común es que no sea necesario cambiarlos a no ser que se detecten problemas, aunque sí es muy recomendable acudir a revisiones anuales.


Respecto al postoperatorio, requiere al menos 24 horas de ingreso y algunos meses de recuperación. Durante el primero hay que evitar el sol y sentiremos algunas molestias, y en un principio el pecho tendrá un aspecto artificial, pero con el tiempo desaparecerá la inflamación y el resultado será más natural. De todas formas, el pecho alcanza su aspecto definitivo a los 4 o 6 meses.

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