jueves, 19 de marzo de 2015

ACUPUNTURA





La acupuntura es empleada como método curativo desde hace siglos por la medicina tradicional china, que se basa en la creencia de que el cuerpo humano es un sistema de flujos de energía, y entiende la enfermedad como la consecuencia de un desequilibrio de la energía vital que circula por el organismo, denominada qi. La tarea del acupuntor consiste en determinar el problema y señalar las zonas en las que se ha alterado ese flujo de energía para utilizar su técnica sobre ellas y, de este modo, restablecer el equilibrio perdido.

En Occidente la acupuntura es objeto de numerosas controversias entre sus defensores y sus detractores. Lo cierto es que hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la eficacia de esta técnica en el tratamiento de algunas afecciones, si bien advierte que el mal uso de ciertas técnicas de medicina tradicional o alternativa “puede tener efectos dañinos o incluso perjudiciales para la salud”, y que los pacientes deben estar bien informados de los beneficios y riesgos inherentes a cualquier tipo de tratamiento.
En este sentido, los expertos aconsejan tener mucho cuidado y ponerse siempre en manos de profesionales sanitarios, que tengan una formación adecuada en acupuntura, y destacan la necesidad de una legislación que regule su práctica.

En qué consiste la acupuntura


Según la medicina tradicional china el dolor y la enfermedad se originan a consecuencia de un desequilibrio entre las dos fuerzas que rigen el cuerpo humano, el ying y el yang; y este desequilibrio bloquea el flujo de la energía vital, o qi. La acupuntura consiste en insertar una serie de agujas muy finas en la piel del paciente, a distintas profundidades, para estimular puntos específicos del cuerpo, con el fin de restaurar el flujo y equilibrio de energía en el interior del organismo.

Las agujas, que habitualmente se introducen a una profundidad de entre uno y tres centímetros (que pueden llegar a alcanzar cinco o seis centímetros de profundidad en determinados casos), pueden ser operadas con las manos después de su colocación, o también mediante estímulos eléctricos o aplicación de calor (moxibustión), dependiendo siempre del síntoma o afección que se esté tratando.
Existen 2.000 puntos de acupuntura conectados por 'meridianos' (canales que distribuyen la energía por el cuerpo), cada uno de los cuales se corresponde con un órgano o sistema orgánico. Todavía no se conoce con exactitud cómo funciona la acupuntura, pero se ha comprobado que actúa sobre el sistema nervioso y estimula la liberación de endorfinas (sustancias con capacidad analgésica) y la actividad de las células del sistema inmunológico.
Algunos estudios han descubierto que la acupuntura es capaz de alterar la química del cerebro, influyendo en la liberación de neurotransmisores y hormonas, y modificando las funciones del sistema nervioso relacionadas con mecanismos involuntarios del organismo como el flujo sanguíneo, la presión arterial, las reacciones inmunológicas...

Indicaciones de la acupuntura



Se puede decir que la acupuntura estimula la capacidad natural del organismo para luchar contra ciertos trastornos, aunque no puede sustituir a otros tratamientos como antibióticos o cirugía, en los casos en que se precisa su uso. Además, resulta especialmente eficaz en el tratamiento del dolor, ya que favorece que el organismo libere una serie de sustancias químicas que reducen, o incluso eliminan, las sensaciones dolorosas.

Muchos estudios avalan la efectividad de la acupuntura en el tratamiento del dolor, y está indicado su uso, por ejemplo, para aliviar el dolor postoperatorio. También se emplea en afecciones como sinusitis, asma, migraña, neuralgia del trigémino, dolor de muelas o tras una extracción dental, síndrome premenstrual y dismenorrea, ciática, lumbalgia, artrosis, problemas gastrointestinales, insomnio...

La acupuntura se emplea también en el tratamiento de la obesidad, afección que se ha convertido en una auténtica epidemia en los países occidentales. La acupuntura en este caso ayuda a liberar endorfinas, que tienen un efecto calmante que favorece la relajación del paciente, y le liberan del estrés y la ansiedad que pueden empujarle a consumir alimentos de manera compulsiva y a cometer excesos. Con el tratamiento, además, los pacientes tienen una sensación de saciedad que les permite reducir la ingesta de alimentos con menor esfuerzo.

Sin embargo, hay que advertir que para que esta terapia surta el efecto deseado, se debe acompañar de un cambio en los hábitos de vida del paciente, tanto de su dieta como de su nivel de actividad, que deben mantenerse después del tratamiento para evitar recuperar el peso perdido.

Riesgos de la acupuntura

Los riesgos de someterse a sesiones de acupuntura son mínimos y, cuando se producen efectos indeseados, están asociados a una inadecuada manipulación de las agujas, que puede originar lesiones en órganos o estructuras cercanos. Con una correcta esterilización, tanto del material empleado, como de las zonas a tratar, desaparece la posibilidad de contagio de enfermedades.


En cualquier caso, es necesario informar al médico acupuntor de cualquier circunstancia que afecte al paciente, como embarazo, uso de marcapasos, adicciones, padecer un proceso infeccioso, etcétera con el in de reducir los riesgos de la acupuntura.

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