La inflamación es una
respuesta defensiva del organismo ante una infección o un tejido dañado.
Es algo muy común en nuestro día a día, en especial, si sufrimos de problemas
en las articulaciones o incluso la clásica retención de líquidos.
La inflamación puede ser
aguda o crónica. De ahí que presentemos largos períodos de dolor, hinchazones y
cierta limitación a la hora de llevar a cabo nuestras tareas diarias.
Es importante contar con un
diagnóstico médico y un adecuado tratamiento que nos ayude a aliviar estos
procesos inflamatorios. Mientras, la medicina natural, y en especial las frutas
antiinflamatorias, nos puede servir de ayuda en el día a día.
Hoy en nuestro espacio te
explicamos cómo hacer una delicioso licuado para combatir la inflamación. Seguro
que te sirve de gran ayuda.
La
inflamación: un problema muy común
La inflamación no aparece
solo cuando nos damos un golpe: hay muchos agentes internos que pueden
propiciar dicho problema. Un ejemplo de ello puede ser un virus, una reacción
alérgica, una bajada de defensas, un proceso de desgaste óseo o incluso una
migraña.
Cuando un tejido se daña o
se inflama, lo que sucede es lo siguiente:
·
Las células del
tejido afectado liberan histamina, la cual produce una dilatación de los vasos
sanguíneos.
·
Empieza a acumularse
sangre en el área afectada (de ahí el enrojecimiento). A su vez, se segregan
también otros líquidos (patógenos) que tienden a rodear esta parte dañada y
dificultan el correcto funcionamiento de ese órgano o esa articulación.
·
Lo más común a la
hora de tratar las infecciones es hacer uso de los antibióticos. No obstante,
ten en cuenta que no podemos tomar en exceso este tipo de medicamentos.
La mala administración o el
uso elevado de antibióticos puede ocasionarnos una bajada de defensas
e incluso hacernos inmunes a ciertos virus y bacterias. Hay que tener mucho
cuidado.
Veamos ahora
cuáles suelen ser las inflamaciones más comunes en nuestro día a día:
·
Inflamaciones
catarrales o alérgicas.
·
Inflamaciones
eritematosas (quemadura por el sol).
·
Inflamaciones
exudativa: peritonisis, pleuras…
·
Inflamaciones por
agentes bacteriológicos: aquí entrarían, por ejemplo, desde las infecciones de
orina, hasta la clásica infección por una uña encarnada.
·
Inflamaciones por
golpes.
·
Una de las más
comunes es la inflamación por retención de líquidos y mala circulación
sanguínea.
Los beneficios de las fresas, el limón y la
sandía para tratar la inflamación
Las fresas nos
ayudan a combatir la inflamación
La inflamación siempre va
ligada a la proteína C reactiva (PCR), una sustancia que, de ser muy elevada en
nuestro organismo, puede provocarnos desde un derrame cerebral hasta
enfermedades cardíacas graves.
·
Esta proteína tan
dañina también está presente cuando sufrimos artrosis. Para combatirla,
científicos de la Universidad de Harvard nos indican que si
consumimos fresas tres o cuatro veces a la semana, disminuimos en un
14% el riesgo de infartos.
·
Podemos tomar fresas naturales
o congeladas. Sus propiedades para combatir las inflamaciones son igual de
elevadas.
El limón, un
aliado para tratar la inflamación
Si el limón es poderoso para
tratar los cuadros inflamatorios de nuestro organismo se debe, ante todo,
a su capacidad para alcalinizar nuestro organismo.
·
Un cuerpo más
alcalino combate mejor las inflamaciones y los procesos infecciosos.
·
El limón eleva
nuestras defensas naturales, con lo cual, nos va a permitir poder luchar mejor
frente a virus y bacterias.
·
El limón es rico en
potasio y vitamina C, dos elementos indispensables para reforzar el
sistema inmune y poder hacer frente a los dolores de la artrosis.
La sandía,
deliciosa fruta diurética para hacer frente a la inflamación
La sandía es una fruta
refrescante, muy baja en grasas pero rica ácido fólico, potasio, magnesio
y provitamina A. Uno de sus principales beneficios es su acción diurética.
·
Gracias a su acción
depurativa y su capacidad para elevar nuestra cantidad de orina, conseguimos
eliminar esos líquidos que se concentran en los tejidos inflamados.
·
El color rojo de la
sandía se debe al beta-caroteno, un potente antioxidante capaz de hacer frente
a esos agentes patógenos que atacan nuestros tejidos.
Cómo hacer tu
licuado de fresas, limón y sandía
Ingredientes
·
15 fresas
·
El jugo de 1 limón
·
300 g de sandía
·
1 litro de agua
Preparación
·
Lo primero que vamos
a hacer es limpiar bien nuestras fresas para después abrirlas por la mitad. A
continuación, obtenemos esos 300 gramos de sandía fresca.
·
Tal y como te hemos
señalado antes, no importa si las fresas son de temporada o congeladas. El
beneficio es el mismo. Ahora bien, si no te es posible encontrar fresas, puedes
incluir otra fruta rica en vitamina C, como puede ser un kiwi, un mango, una
papaya…
·
A
continuación obtenemos el jugo de ese limón y nos vamos ya a la licuadora.
·
Introducimos las
fresas, la sandía y el zumo de limón y licuamos hasta que se integran bien todos
los ingredientes. Después, ve añadiendo el resto del agua para conseguir una
bebida lo más homogénea posible.
·
Beberemos este
licuado a lo largo de todo el día y antes de las comidas. Verás qué bien te
hace sentir.
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