¿Has probado ya el ajo
negro? Su sabor es muy suave, casi afrutado. Debido a sus delicados procesos de
fermentación, se pierde su intensidad y evitamos la aparición del mal
aliento posterior, a la vez que ganamos en otras propiedades muy
interesantes para tratar el colesterol.
No debes tener miedo a
consumirlo. Es una opción nueva en el mercado alimenticio, pero con mucha
tradición en los países asiáticos. Y, como decimos, sus propiedades
medicinales son increíbles, en especial para tratar la hipercolesterolemia.
Estamos seguros de que te gustará saber más cosas.
Ajo negro, una
bendición de la naturaleza
A simple vista, nos parecen
simples ajos quemados. No obstante, para llegar hasta ese punto han tenido que
pasar casi dos meses de escrupulosa fermentación, donde se mantienen en todo momento
las máximas condiciones de higiene y seguridad.
Incidimos en esto último
porque es posible que tú misma desees llevarlo a cabo, pero si dejamos que se
fermenten los ajos por sí solos correremos el riesgo de que algún hongo
o bacteria se acabe desarrollando en su interior. No es
recomendable.
El ajo negro se obtiene
a través de una fermentación natural del ajo blanco, sin más aditivos o
condimentos.
Para ello, se ponen varias
cabezas de ajo enteras en unas bandejas y estas, a su vez, en unas cámaras higiénicas
preparadas para tal fin.
Se controla la humedad
durante 30 días. Más tarde, se sacan y se dejan en otras habitaciones
donde se lleva a cabo un proceso de oxidación natural que dura unos 45
días. El resultado es asombroso.
¿Dónde puedo
conseguir ajo negro?
El ajo negro lo encontrarás
siempre en cualquier tienda natural, en el área especializada de tu
supermercado o incluso en tiendas asiáticas de gastronomía.
Ajo negro para
tratar el colesterol
El secreto del ajo negro
está precisamente en su proceso de fermentación. Su nivel de antioxidantes es
tan elevado que su composición fitoquímica llega incluso a ser
superior a la del ajo crudo.
El ajo negro contiene dos
compuestos activos con increíbles virtudes para tratar el colesterol. Son las
moléculas S-alilcisteína y S-alilmercaptocisteína.
Además, durante ese periodo
en que se deja que el ajo se oxide controlando la humedad, temperatura y
presión, dicho cambio potencia la aparición de estos elementos tan adecuados
para tratar nuestra salud cardíaca:
·
Sulfuro de dialilo
·
Trialil sulfuro
·
Disulfuro de dialilo
·
Polisulfuro dialilo
·
Antioxidantes como:
alixin, N-fructosil arginina, N-fructosil glutamato, tetrahidro-beta-carbolinas
·
Selenio
Un dato que también te gustará conocer es que el ajo negro es rico en “S-alil-cisteína”, un tipo
de compuesto que es soluble en agua y que nos permite digerirlo mucho
mejor que el clásico ajo blanco o el morado.
Se han llevado a cabo
numerosos estudios clínicos para averiguar la idoneidad de este alimento para
reducir los niveles de colesterol elevado, y todos han sido positivos. Desde
el Hospital Universitario Nacional de Corea del Sur, por ejemplo, se
hicieron varios seguimientos a una muestra de 28 pacientes.
Se dividieron en dos grupos, uno en que no consumieron ajo negro y otro en que cada día consumieron 6 g de extracto de ajo negro durante 3 meses. Los resultados fueron muy interesantes:
Se observó un claro descenso
en el colesterol malo o LDL.
Una disminución en
alipoproteína B, un tipo de compuesto que provoca numerosas dolencias
cardíacas.
La “magia”, por así decirlo,
se halla en esas enzimas capaces de descomponerse en nuevos elementos que
duplican las propiedades del clásico ajo crudo para tratar el
colesterol. El sabor es delicioso y vale la pena tenerlo en cuenta.
¿Cómo debo
consumir el ajo negro para tratar el colesterol?
Lo ideal es consumir dos
ajos negros cada día en nuestro desayuno. De esa forma lo notaremos en nuestros
próximos análisis.
Ahora bien… ¿De qué manera podemos comerlo? ¿Solo o
combinado con algún otro alimento? Toma nota de algunas sencillas sugerencias.
·
Una tostada crujiente
de pan de centeno con un poco de aceite de oliva y los dos ajos negros untados.
·
Una tostada de pan
con un poco de salmón ahumado y los ajos negros.
·
Dos tomates cherry,
una rebanada de pan y los dos ajos negros untados.
·
Una tostada con
queso, los dos ajos negros y mermelada de higo.
·
Una tortilla con los
dos ajos negros.
·
Una tostada con
mermelada de piña y dos ajos negros.
También tienes la opción de
consumirlos sin nada, naturales. Recuerda también queal estar fermentados no te
van a dejar mal aliento, y que su sabor es más bien dulce, con lo cual, con un
poco de imaginación y atrevimiento puedes incluso combinarlo con frutas.
Indicarte que el ajo negro,
además de reducir tu colesterol, también te será útil para todos estos
aspectos:
·
Te ofrecerá una gran
energía para empezar el día.
·
Mejora nuestra
circulación sanguínea, con lo cual mucha gente lo utiliza para reducir migrañas
y cefaleas.
·
Nos protege frente
a gripes y resfriados.
·
Limpia nuestro
organismo de bacterias y toxinas.
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